Allende Carrera y Núñez Enríquez, "Vasijas funerarias de Zihuateutla, Puebla".

ALLENDE CARRERA, Arnulfo; Luis Fernando NÚÑEZ ENRÍQUEZ, "Vasijas funerarias de Zihuateutla, Puebla", en Carlos Guadalupe HEIRAS RODRÍGUEZ (coordinador), Memoria de papel. Actas del primer coloquio sobre otomíes de la Sierra Madre Oriental y grupos vecinos, Instituto Nacional de Antropología e Historia (colección Etnografía de los pueblos indígenas de México, serie Debates), México, 2008, pp. 69-83. ISBN 978-968-03-0288-8.

Resumen. En Mesoamérica la cremación era un fenómeno que formaba parte de las costumbres funerarias. Los casos más conocidos se dieron entre los mexica y los maya de Yucatán. Entre los mexica, una vez cremado el cuerpo, las cenizas se depositaban en vasijas de barro. En mayo de 2001 el Centro INAH Puebla recibió un grupo de vasijas localizado en el barrio de La Lagunilla, Zihuateutla, en la Sierra Norte del estado de Puebla; cada una de ellas contenía los restos con huellas de exposición al fuego de un individuo, cumpliendo las funciones de urnas funerarias. Gracias al análisis osteológico se pueden inferir algunos aspectos técnicos del tipo de cremación que esta gente realizaba, como la temperatura y el tipo de combustible utilizado. También se puede obtener información del significado de la práctica de incinerar los cuerpos y algunas condiciones patológicas que afectaban a los individuos. Por todo esto, además de sus características de forma, clase de cerámica y decoración, estas vasijas son la evidencia de un ritual de cremación en el Totonacapan en la época prehispánica.

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